EN JUNIO
domingo, junio 10, 2007
Y no escribo hace meses porque el periodismo se ha comido cada uno de mis días. Salir a las calles ahora es un desenfreno estresante y, a la vez, motivador. Las historias de ahora son escalofriantes, frías, cáusticas y lapidarias. Con cada crónica aprendo lo estúpidamente rápido que pasaremos aquí nuestras vidas, lo inútil que significa morir de un balazo en la cabeza o, en el peor de los casos, que te abran en dos con un cuchillo de carnicero. Imaginar los últimos segundos de la vida de alguien es tan insuperablemente placentero como que se te aparezca una rubia en bolas o el avión de tu enemigo caiga en la selva y no se salve nadie más que él.
Lo paja es contar la tragedia de los otros. Porque claro, esas nunca serán tus lágrimas. Y ese de allí, frío sobre la acera, no serás tú.
Ni cagando serás tú.
Etiquetas: personal
Escrito por Alberto Villar Campos @ 6:10 p. m.,
1 Comentarios:
- At 2:25 a. m., dijo...
-
Insisto, qué pasó?